"El ser humano en sus primeros años de vida es extremadamente "plástico", aprende con facilidad innumerables cosas y adquiere habilidades sorprendentes, como hablar y cantar, leer y escribir, jugar y compartir." A partir de la "plasticidad" que propone Battro, es que a mi entender, debemos realizar el Anuncio Kerigmático, de este Dios que se hizo hombre, que se metió en nuestra historia y que nos salva a apartir de ella. Este anuncio debe hacerse de tal manera que los niños puedan comprender que Dios es Amor, que nos quiere y que nos cuida, a cada uno de ellos y sobre todo a su familia. Tener la precaución de hablar en "su idioma" no quiere decir menospreciar ni minimizar la capacidad intelectual de los niños. Sabes que todo aquello que en esta edad podamos "sembrar" en el corazón del niño, se irá arraigando y Dios irá preparando un lugar en su corazón.
"Tanto en la vida cotidiana como en la escuela los niños funcionan en diferentes niveles de comprensión y de habilidad. Un funcionamiento óptimo exige un apoyo explícito del maestro. Cuando ese soporte desaparece muchas veces también decae el nivel de aprendizaje, que se vuelve a recuperar, transitoriamente, con un nuevo apoyo, hasta que finalmente se estabiliza en el nivel óptimo." El apoyo que propone Battro para la comprensión de los niños, la asemejo al acompañamiento que los catequistas debemos tener para cn los niños, ya que a medida que van creciendo, debemos ayudarlos a que se encuentren cada vez más con Dios, y ésto por medio de dos maneras, la primera a través de los contenidos, y la segunda, de manera testominial, la experiencia nos habla a las claras que los niños aprenden más mirándonos que escuchándnos.
"Todo el misterio y el milagro de la educación reside en este juego interactivo y constructivo entre el maestro y el alumno. Lo mismo sucede en la adolescencia y en la edad adulta." El milagro será también, cuando ellos puedan llamar, conocer y dejarse guiar por Jesús Maestro, quien nos dará a conocer las cosas que oyó de su Padre. En la catequesis, nos esforzamos por enseñar , muchas veces contenidos, y a través de ellos, la Fe se va filtrando de a poco, tenemos que confiar en el Señor, ya que El hará que esa Fe vaya creciendo, que se vaya arraigando en el corazón del niño y a través de éste en el contexto familiar.
No debemos olvidar, que a medida que el niño crece, la comprensión será cada vez más compleja, ¿qué quiero decir con esto? Que no debemos seguir usando los mismos recursos "didácticos" que usamos en la 1ra comunión, que en la preparación a la Confirmación, el niño ya es adolscente y tiene otras preocupaciones, dudas, formas de comprender, debemos adaptar el Anuncio Kerigmático, a cada una de las edades de las Personas a las que estamos Catequizando.
Fragmentos tomados del artículo "No hay límites para aprender." de A. Battro.
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ResponderEliminarEstimado José:
ResponderEliminarPersonalmente no coincido con Battro cuando se refiere que el ser humano en sus primeros años de vida es "extremadamente "plástico"", por que a mi entender, cuando somos nños absorbemos como esponjas cualquier tipo de información que nos viene de afuera, sin filtro.
Y en mi opinión, la palabra plástico se le puede asignar más bien a una cosa u objeto que a un ser humano.
Por otro lado me pareció interesante y muy inteligente de tu parte cómo relacionastes el artículo con la evangelización, adaptando la educación a la simpleza y el lenguaje de un niño para que aprenda comprendiéndolo, sin minimizar o empobrecer el contenido.
¡Felicitaciones por tu blog José!
Atte: Debora Alejandra Weiss